En mi lista hay rosas, tulipanes y lirios.
Rocher, Mon Chéri y Caja Roja.
Sangre de Judas, Rosé y Tequila.
Pelos rizados, lacios, cortos y largos.
Con o sin barba.
Ojos azules, verdes, pardos y castaños.
Pecas, manchas y cicatrices.
Besos, caricias y abrazos.
En definitiva, noches, noches y más noches.
En ella te veo lloverme, fruncir el ceño, cerrar los ojos y apretar los dientes.
Te veo rogarme ser el único mientras te dejas ir.
Te veo despertándome a besos mientras trazas un mapa sobre mi espalda.
Te veo bailar para mi desvistiéndote a la vez te disfrazas de sensualidad.
Te veo como mi confidente y aliado en noches frías de borrachera en las que siempre acabamos declarándonos la guerra en tierra de nadie para calentarnos.
En ella me sorprendí más de una vez soñando con vestidos blancos
y equipos de fútbol.
Me vi fantaseando con una casa lejos de la ciudad
donde hacer paella los domingos,
y también con ver tu barba gris con el paso de los años...
¡Pero!
En mi lista también me vi huir de ti
y salir corriendo hasta perderte la pista.
Me vi saltando de un coche, dejando mi orgullo y dignidad en la carretera
sin mirar atrás.
Me vi abofetearte y arañarte hasta sentirme bloqueada por tus brazos
que me presionaban contra tu pecho y me hacían derrumbarme
y echarme a llorar como una niña pequeña.
Cuantas veces lancé el móvil al aire...
o esa botella de Anís Tenis contra una pared sin medir mis fuerzas,
impulsos y arrebatos.
Me he dado cabezazos en tu salpicadero tratando de olvidarte
o incluso de entenderte...
Entonces regreso a verme en tu capó una noche de verano,
o empañando los cristales en esos días de invierno,
comiéndote, comiéndonos...
Y no, no es la lista de la compra,
aunque he de decir que en mi vida entra y sale tanta gente
como si de un supermercado se tratase.
Es mi lista de sinsabores con sensación agridulce.
Es mi lista de trofeos, pero también de pasados y futuros fracasos.
En ella guardo los momentos más apetecibles y exquisitos,
pero también los más amargos y escasos.
En ella me lleváis a la luna en un cohete y luego me tiráis desde ahí al espacio...
Y es ahí donde suelo encontrarme divagando,
sumado y restando kilogramos a la lista de futuros fracasos.
Porque de alguna manera os odio y os amo.
Porque cada vez que escribo un nombre,
pierdo y gano.
© Lady Storm